lunes, 5 de diciembre de 2011

¿¡NADIE MÁS SE DA CUENTA!?

Esto no llegaría a artículo de opinión, ni a carta abierta, no tendría la calidad de ser una comunicación oficial ni un artículo, columna, carta al director… Esto es un grito desesperado que solo busca que el mundo, al menos, pare un segundo y analice la situación que está atravesando y, lo que es mucho más importante, hacia donde vamos si alguien no lo remedia. Incluso puede ocurrir que tras ese segundo de análisis, ese momento de no escuchar más a los demás, de no dejarse guiar por la radio, la televisión, los periódicos o el compañero de barra del bar, digo que puede ocurrir que, tras ese momento tan íntimo y especial, uno piense que mi grito desesperado no le ha ayudado. Entonces, tras un análisis personal de la situación, y sólo entonces podremos elegir con libertad lo que más nos conviene.

Pero ¿nadie se ha parado a pensar que llevamos más de año y medio recortando y estamos cada día peor? Estamos peor a nivel general (prima de riesgo, deuda pública, falta de liquidez, deudas privadas, etc..) y, lo que es más grave, estamos peor a nivel familiar e individual (más familias sin ningún ingreso, gente sin cartilla sanitaria en algunas comunidades, desahucios, en el mejor de los casos bajadas de sueldo…) No sería entonces totalmente lógico, siguiendo un método radicalmente empírico, decir que estas políticas no nos sacan de la crisis a la ciudadanía. No sé si sacarán a alguien, a un porcentaje pequeño de la población, pero a la mayoría nos están hundiendo en la miseria (sin contar la de derechos que vamos perdiendo tras treinta años de reivindicaciones para conseguirlos).



Pero ¿nadie se ha fijado que Grecia lleva recortando aún más tiempo y aún mucho más fuerte que nosotros y cada día esta peor? Que la deuda francesa y alemana también ha sufrido ataques especulativos y también ha crecido mucho. Sí sí, la deuda de los que nos dicen como tenemos que salir de la crisis. Que incluso países como EEUU, nada dudoso de ser un país eminentemente liberal, están llevando a cabo planes de estímulo para reactivar sus economías y no salvajes recortes para paralizarlas. Que la reserva federal americana, o los bancos centrales de Inglaterra o Japón compran su propia deuda sin más problema para evitar la especulación con ella, vendiéndola después en el mercado secundario.

Pero ¿nadie se da cuenta que vamos a la catástrofe absoluta? ¿No nos hemos percatado de los más de millón y medio de hogares que no tienen un solo ingreso o los más de noventa mil castellano manchegos? ¿No nos queremos enterar de que todo esto termina con la dilapidación de las únicas joyas que tenemos y que serán empeñadas en el primer “cash converter” que encuentren? Sí, por supuesto, me refiero a la Sanidad, a la Educación y a nuevas joyas que hemos metido en nuestro joyero recientemente como la Dependencia.
Este grito no me gustaría que asustara a nadie por apocalíptico, sino que me encantaría que nos pusiera a todos en guardia por real y objetivo.


Jacobo Medianero Millán
Coord. IU Mota del Cuervo