jueves, 22 de marzo de 2012

La Santa Ira del PP. De los gastos superfluos, la deuda y los presupuestos de Mota del Cuervo


Cuando el  PP se pone nervioso vomita espumarajos, endemoniado como la niña del exorcista (¿o la niña de Rajoy?). No es extraño, que sienta tanta ira hacia IU, pues desde que empezó la nueva legislatura no dan pie con bola y en cada pleno quedan en evidencia las mentiras, la improvisación y la falta de proyecto para el pueblo.

Los populares pusieron el grito en el cielo y exigían la eliminación de los teléfonos móviles a los concejales del gobierno en la anterior legislatura, eran gastos superfluos de los que había que recortar (y recortamos). Ahora son ellos los que disfrutan de aquel gasto superfluo que criticaban. Criticaban la deuda y prometían presentar los presupuestos, pero en un año han duplicado las operaciones de crédito, han dejado sin presupuestos al ayuntamiento en 2011 y todavía no han presentado los de 2012. Se prometía que no habría recortes, pero se ha reducido a la mitad el convenio del Centro de la Mujer, se reducen miles de horas del servicio de ayuda a domicilio, o ahora se cobrará a los vecinos el servicio de ludoteca. 

Entre las fórmulas de recortar, al PP le gusta más la de hacerle pagar a los moteños en plena crisis, subiendo los impuestos y las tasas de manera injusta.  Por eso se negaron a apoyar una revisión del IBI en 2010 para paliar el déficit, y sin embargo ahora lo incrementan el 10 % después de haber subido desorbitadamente también las tasas de los servicios más básicos. 

Pero el colmo de los despropósitos es que, en vez de trabajar por solucionar alguno de los graves problemas que hoy tenemos o cumplir sus promesas electorales, se remonten al año 1979 para justificarse, poniendo a un trabajador en el punto de mira del vecindario y contradiciendo sus propios actos. Nos obligan de ese modo a tener que decir públicamente lo que preferíamos evitar: que ni para los grupos políticos, ni para el secretario, ni para nadie se trataba de una relación laboral entonces, sino de una forma de aliviar el desamparo de una persona minusválida. Si el PP ahora sostiene otra cosa y prefiere debatir sobre asuntos de hace 30 años,  primero debería explicar  por qué votó a favor de la contratación y alta en seguridad social en el año 1990 de esta persona, por qué su gobierno entre el 91-95 mantuvo la relación laboral con esta persona y que antigüedad le reconoció, que medidas adoptó para evitar las reclamaciones o porqué no extinguió totalmente la relación entonces. Si nada hizo entonces, el PP no puede eludir ahora su responsabilidad en los costes de las reclamaciones actuales y desviar la atención para tapar su pésima gestión y seguir sin hacer nada.

Por último queremos indicar que los militantes,  simpatizantes, o votantes de IU en Mota del Cuervo no son fanáticos, desagradecidos, están frustrados, son envidiosos o resentidos. Tampoco suponemos que los del PP, a pesar del estilo despotricante de sus dirigentes. Tanto insulto solo puede ser reflejo de personas que están perdiendo los papeles y se dejan dominar fácilmente por la cólera. 

A diferencia de ellos respetamos profundamente a los vecinos que no nos han votado y no alentaremos la crispación como estrategia política, a pesar de tener que enfrentarnos a una manera de gobernar absolutamente sectaria, arrogante y soberbia. Aunque al PP no le guste, IU cumplirá el mandato que ha recibido de los moteños y moteñas.

Fuente imagen: http://www.wikipedia.org