Hace unos días tuvimos la oportunidad de vivir el debate de investidura que proclamó a Mariano Rajoy como presidente del gobierno español. Dentro de las pocas incógnitas que pudimos resolver (y del mal color de lo poco que sí descubrimos, ya que se avecinan nuevos y duros recortes), encontramos un aspecto positivo. Este punto a favor puede parecer minúsculo al ojo humano y no tiene porque tener grandes repercusiones de manera inmediata pero, en cambio, es importantísimo a la larga.
El mayor daño que José Luis Rodríguez Zapatero ha causado a la izquierda de este país fue dejarla desnuda e indefensa ante el temporal. Zapatero le dijo a la ciudadanía –de manera indirecta muchas veces y diría que directa también- que no había otra forma para salir de la crisis que un liberalismo más salvaje. Dejó a la izquierda totalmente noqueada. Los resultados electorales han dejado claro que es imposible movilizar a un electorado de izquierdas cuando les has dicho que su ideología no sirve en estos momentos.
Pero en el debate tuvimos la sensación de que la oposición no estaba en Rubalcaba sino en Cayo Lara. No la oposición en cuanto a número de diputados y diputadas, la oposición por motivos de siglas, etc… la oposición de verdad, la que representaba a otra forma de ver las cosas y a una propuesta de solución de la crisis radicalmente distinta a la planteada por Mariano Rajoy y que no fue totalmente contestada por Rubalcaba porque, en realidad, sigue la línea empezada por Zapatero. Simplemente, Rubalcaba vino a decir que vale pero que sin pasarse mucho, ya que en ese caso sí estará en contra.
Pero en la investidura Rajoy reconoció que la única alternativa a su política para salir de la crisis es la que presentó Cayo Lara. Las ideas de izquierda estaban presentes porque Cayo Lara, y demás representantes del grupo IU-ICV-CHA, las expuso al futuro presidente del gobierno, desvaneciéndose el dogma de fe que imperaba en este asunto cuando Mariano Rajoy dijo algo así como que compartían (IU y PP, como los demás partidos) los objetivos pero no las recetas que había que aplicar. Por lo tanto Rajoy entiende que hay más de una manera de salir de la crisis aunque él, como era de esperar, se decanta por unas en vez de otras. Añadió, para dejar más claro esto que “…no es normal que el PP pueda tener los mismos criterios en materia económica…”
Por lo tanto puede existir debate porque existen varias posturas. No parece acertado pensar que solo una manera de dirigir la economía nos saca de esta crisis. De hecho llevamos dos años siguiendo unos pasos concretos (los del BCE, el FMI, Alemania y Francia, los del ajuste y el recorte) y esto sólo ha empeorado. Pero es que otros países como Grecia llevan aún más tiempo y cada vez están peor. No es una cuestión de gobiernos sino de políticas y lo que fracasa son las políticas liberales que paralizan la economía europea.
En definitiva, Cayo Lara reactiva la izquierda con su discurso, la muestra al futuro gobernante y este reconoce a su rival ideológico en IU y no en el PSOE.
Jacobo Medianero Millán
Coordinador IU Mota.
Coordinador IU Mota.