Populares y socialistas se enredan en el urbanismo y el representante del PP sale a socorrer al del PSOE.
El pasado viernes se celebró el penúltimo pleno de la legislatura que ya alcanza su fin. En el mismo se hizo notar la cercanía de las próximas elecciones municipales y, aunque siguió la tónica de la legislatura y todos los puntos (salvo uno) se aprobaron por unanimidad, hubo lugar para diversos debates. El punto que más polémica levantó fue el de la contestación a los propietarios de la “Calle Sigüenza”, donde el grupo popular y socialista no dieron el apoyo a una respuesta que solicitaba enmarcar el debate en la normativa urbanística. En este punto Izquierda Unida dejó claro que no piensa realizar ningún trato de favor con respecto a otros procesos urbanizadores y que tiende su mano para solucionar el asunto de la manera más beneficiosa, dentro de la normativa vigente, para ambas partes (Ayuntamiento – propietarios). IU, por tanto, tratará a todos los vecinos y vecinas del municipio por igual. En cambio el PP y PSOE no apoyaron esta propuesta y tuvieron pocas explicaciones sobre cuáles eran los motivos que les impedía aprobarla. Además, el representante popular se hizo eco de las declaraciones del actual alcalde de Mota del Cuervo, donde lamentaba no contar con la Empresa Pública Municipal para acceder a las ayudas del “primer contrato”. Estas parecieron molestar a los demás grupos, aunque no quedó claro porque, ya que las declaraciones solo se hacen eco de una clara realidad: de no haber paralizado esta empresa, entre PP y PSOE, el Ayuntamiento podría haber contratado ahora, con las ayudas mencionadas, a varios trabajadores o trabajadoras. En este punto el debate se agrió con la intervención del representante popular que, una vez más, muestra sus dudas sobre las empresas públicas por darse casos de corrupción, siendo invitado a que nombrara alguna empresa pública creada o dirigida por IU que fuera culpable de tales hechos. En este momento, el representante socialista introdujo, en tono provocador, que no sabían de ninguna porque “no existís” (en referencia a IU). La duda ante la posibilidad de que algunos de los presentes no lo estuvieran, sino que pertenecieran a una realidad paralela (una suerte de Matrix política), creó cierto estupor en la sala. Otro apunte curioso, a los ojos de un ávido espectador, es como, en el punto máximo de la discusión por estos asuntos, el representante del Partido Popular ofreció un capote al representante socialista y, en vez de unirse a la petición de disculpas que el grupo de Izquierda Unida realizó o, simplemente, mantenerse al margen, saltó rápido al ruedo para cambiar de asunto y solicitar disculpas a la concejala de IU (ya que, según él, ataca a los empresarios cuando defiende los derechos de los trabajadores). Las elecciones se acercan y los votantes de izquierdas del municipio puede que se estén quedando, a tenor de la escena vivida, con una sola opción para el 22-M.